La Guerra de Texas en 1836
Guerra de Texas
Conflicto Politico e ideologia Conservadora
Uno de los hechos mas relevantes fue el como se inicio la guerra de Texas. Se
origino debido a que el territorio del norte no se encontraba poblado por
mexicanos y los EUA establecieron colonias en ese lugar y lo consideraron suyo,
a Santa Anna no le agradó esto y fue a recuperar el territorio texano pero una
noche en su campamento lo secuestran y lo obligan a firmar los tratados de
Velasco donde “acepta” la independencia de Texas podemos comentar que una de
las consecuencias geopolíticas fue que Texas logro independizarse de México
gracias a la firma de los tratados de Velasco.
Se puede
mencionar un hecho relevante hablando generalmente de la guerra en contra de
Francia ya que las guerras que tuvo México anteriormente dejaron muchos daños
colaterales, uno de los más significativos fue a una pastelería que tenía como
dueño a un francés el cual, debido a lo que le sucedió a su pastelería, pidió
una indemnización de $600,000 a México pero éste no le tomó mucha importancia y
terminó por no pagarla, una de las consecuencias geopolíticas de esta guerra
que fue el enfurecimiento de un diplomático francés al presenciar injusticia.
La relación
que guardan la guerra de Texas y el inicio de la guerra contra Francia es que
ambos acontecimientos fueron un atentado contra la soberanía y territorio
mexicano.
es que una
pastelería sufrió daños debido a las guerras que se dieron anteriormente, y el
dueño de esa pastelería pidió como indemnización $600,00 al gobierno mexicano
por el desperdicio de pasteles y un diplomático francés que se encontraba en
México se fue a Francia, en 1838 al ver que no se le pagaba al pastelero y
llego a las costas de Veracruz con una flota entera y ahí empezó la guerra.
La batalla de El Álamo
fue un conflicto militar crucial en la Revolución de Texas que consistió en un asedio
de 13 días de duración, desde su inicio el 23 de febrero
hasta el asalto final del 6 de marzo de 1836, y enfrentó al
ejército de México,
encabezado por el presidente Antonio López de Santa Anna, contra una
milicia de secesionistas texanos, en su mayoría colonos estadounidenses
(naturalizados mexicanos), en San Antonio de Béjar,
en la entonces provincia mexicana de Coahuila y
Texas (hoy estado de Texas, Estados Unidos). Todos los beligerantes en favor de la República de Texas murieron, a excepción de dos
personas, lo cual inspiró a muchos colonos texanos —y aventureros
estadounidenses— a unirse al ejército de Texas; animados por el deseo de
venganza, a partir de la crueldad mostrada por Santa Anna durante el asedio,
los texanos derrotaron el ejército mexicano en la batalla de San Jacinto, el 21 de abril
de 1836,
poniendo fin al movimiento revolucionario.
Varios meses
antes, los texanos habían llevado a todas las tropas federales fuera de la Coahuila y
Texas; aproximadamente 100 texanos se guarnecían entonces en El Álamo. La fuerza texana creció ligeramente
con la llegada de refuerzos dirigidos eventualmente por los co-comandantes James Bowie
y William Barret Travis. El 23 de febrero
aproximadamente 1 500 soldados mexicanos marcharon en San Antonio de
Béjar, sitio donde se asienta actualmente San Antonio, como el primer paso en una campaña
para retomar Texas. Durante los siguientes 12 días, los dos ejércitos
participaron en varias escaramuzas con bajas mínimas. Consciente de que su
guarnición no podía resistir el ataque de una fuerza tan grande, Travis
escribió varias cartas pidiendo más hombres y suministros, pero solamente
llegaron menos de 100 refuerzos.
En la
madrugada del 6 de marzo, el ejército mexicano avanzó hacia
El Álamo; tras rechazar dos ataques, los texanos fueron incapaces de defenderse
de un tercero. Debido a que los soldados mexicanos treparon por los muros, la
mayoría de los soldados texanos huyeron hacia los edificios interiores. Los
defensores que no pudieron llegar a estos puntos fueron asesinados por la
caballería mexicana en su intento por escapar. Es probable que un pequeño grupo
de texanos (entre cinco y siete de ellos) se hubiesen rendido; aun así, estos
fueron ejecutados al instante. La mayoría de los relatos provenientes de
testigos oculares informaron de entre 182 y 257 texanos muertos, mientras que
la mayoría de los historiadores de El Álamo están de acuerdo en que hubo entre
400 y 600 soldados mexicanos heridos o muertos en combate. Al final, varios
individuos no combatientes fueron enviados a Gonzales para que corrieran la voz de la
derrota texana. La noticia desató el pánico y las fuerzas texanas —en su
mayoría colonos— de la nueva República de Texas huyeron del avance del
ejército mexicano.
En México,
la batalla ha sido a menudo eclipsada por los acontecimientos de la guerra contra Estados Unidos de 1846
a 1848. En el siglo XIX, en Texas, el complejo de El Álamo
gradualmente se fue conociendo como el lugar de la batalla. La Legislatura de
Texas compró los terrenos y edificios en la primera parte del siglo XX y
designó a la capilla de El Álamo como Santuario del Estado de Texas. El Álamo
actualmente es el sitio turístico más popular de Texas.1
Asimismo, ha sido objeto de numerosas obras no ficticias a partir de 1843. La
mayoría de los estadounidenses, sin embargo, están más familiarizados con los
mitos difundidos por muchas de las películas y adaptaciones de televisión,
entre las cuales se incluyen la miniserie de televisión de Disney, Davy Crockett,
en la década de 1950 y la película de El Álamo de John Wayne,
estrenada en 1960.
Perdida de Texas
tuvo lugar
entre el 2 de octubre de 1835 y el 21 de abril
de 1836.
Las partes en conflicto fueron México
y la provincia de Texas,
perteneciente jurídicamente por aquel entonces al Estado de Coahuila y
Texas.
promulgación
de la constitución centralista de 1835, conocida como las Siete Leyes.
Esta nueva legislación, promulgada por el presidente mexicano Antonio López de Santa Anna, dejaba sin
efecto la antigua Constitución federal de 1824. Poco tiempo
después, surgieron pronunciamientos en varias regiones del país. La guerra
comenzó en territorio tejano el 2 de octubre
de 1835,
con la Batalla de González. Rápidamente, las fuerzas
tejanas tomaron La Bahía y San Antonio Béjar, aunque pocos meses después
serían derrotadas.
Después de
algunas victorias mexicanas, la guerra terminó inesperadamente con la Batalla de San Jacinto, a más de 300
kilómetros de la actual ciudad de San Antonio. En ese lugar, el general Samuel
Houston condujo a los rebeldes tejanos y a los voluntarios
estadounidenses a una aplastante victoria contra tropas mexicanas, al mando de Antonio López de Santa Anna, saldándose
con el general capturado tras la batalla. Tras la conclusión de la guerra, se
formalizó la independencia de la República de Texas de facto. El congreso mexicano
nunca acepto el Tratado de Velasco argumentando que al estar
firmado por un presidente preso, no tenían ninguna validez legal. Prueba de
ello es que entre 1842 y 1844 se llevó a cabo una segunda campaña en Texas al
mando del general Mariano Arista. Esta segunda expedición fue una
reacción del ejército a las críticas contra la inactividad del presidente Anastasio Bustamante para recuperar Texas
(un hecho que más tarde provocó su derrocamiento y el retorno de Santa Ana a la
presidencia). Texas se unió en 1845
a los Estados Unidos, y las reclamaciones de ambas
partes no quedarían finiquitadas hasta la guerra entre Estados Unidos y México, que
se prolongaría entre 1846
y 1848.
La guerra de los pasteles
fue el primer
conflicto bélico entre México y Francia, y formalmente tuvo lugar entre el 16
de abril de 1838 y el 9 de marzo de 1839.
Las primeras
décadas de la historia Independiente de México, fueron de anarquía y desorden en los
aspectos económico, político y demográfico.
La inestabilidad del país se reflejaba en todos los órdenes de la sociedad, y en particular en las fronteras la migración ilegal y el contrabando eran comunes por la falta de vigilancia.
Debido a esto y muchos problemas, México estaba en la mira de los países extranjeros, dispuestos a intervenir cuando lo consideraran oportuno.
La inestabilidad del país se reflejaba en todos los órdenes de la sociedad, y en particular en las fronteras la migración ilegal y el contrabando eran comunes por la falta de vigilancia.
Debido a esto y muchos problemas, México estaba en la mira de los países extranjeros, dispuestos a intervenir cuando lo consideraran oportuno.
A partir de
la consumación de la Independiente en 1821, los fraceses, que profesaban la misma
religión, y además pertenecían a una cultura que influía grandemente en la
mexicana, pudieron radicarse en el país, consagrandose al comercio, la pequeña
industria, el artesanado e ingresando en el ejército nacional.
En 1827, se
había celebrado un convenio con Francia bajo el nombre de "Declaraciones Provisionales",
que sentaban las bases para el futuro arreglo de las relaciones entre ambos
países.
La colonia
francesa era próspera y bien vista cuando Francia reconoció en 1830 la
Independencia y en el momento en que se firmaron los acuerdos comerciales de
1831 y 1832, que otorgaron a la nación francesa y sus ciudadanos el tratamiento
de nación más favorecida.
Las
rebeliones y asonadas ocurridas en las primeras décadas afectaron tanto a los
mexicanos y extranjeros, al igual que los préstamos forzosos que el gobierno
impuso a la población para salir de sus apuros económicos.
De esos
hechos, y a través del barón Deffaudis, embajador de francés, los comerciantes
franceses avecinados en México enviaron una serie de reclamaciones, que fueron
recibidas en Paris con alarma.
Entre estas reclamaciones, se encontraba la del señor Remontel, dueño de un restaurante de Tacubaya, donde algunos oficiales del presidente Santa Anna en 1832 se habían comido unos pasteles sin pagar la cuenta, por lo cual exigía ser indemnizado. Ese fue el motivo a que el pueblo mexicano identificara a esta guerra con Francia con el nombre de "Guerra de los Pasteles".
Entre estas reclamaciones, se encontraba la del señor Remontel, dueño de un restaurante de Tacubaya, donde algunos oficiales del presidente Santa Anna en 1832 se habían comido unos pasteles sin pagar la cuenta, por lo cual exigía ser indemnizado. Ese fue el motivo a que el pueblo mexicano identificara a esta guerra con Francia con el nombre de "Guerra de los Pasteles".
Deffaudis, en
un comunicado a su gobierno le indicaba que había que actuar con energía.
Al responder el Ministro de Relaciones a las reclamaciones francesas y no estar de acuerdo. En consecuencia Deffaudis, pidió sus pasaportes y abandonó México y regresó a Francia, para volver en marzo acompañado de diez barcos de guerra que apoyaban las reclamaciones de su gobierno.
Al responder el Ministro de Relaciones a las reclamaciones francesas y no estar de acuerdo. En consecuencia Deffaudis, pidió sus pasaportes y abandonó México y regresó a Francia, para volver en marzo acompañado de diez barcos de guerra que apoyaban las reclamaciones de su gobierno.
Deffaudis
redactó el 21 de ese mes un ultimátum al gobierno exigiéndole el pago de
seiscientos mil pesos para cubrir daños ocasionados a los franceses. Exigía
también, que fueran retirados varios oficiales del ejército y se exceptuara a
los franceses de los préstamos forzosos expidiendo una ley especial.
Fondearon frente a la Isla Sacrificios, Veracruz, amenazando con invadir el territorio mexicano si México no cumplía las condiciones de Deffaudis.
Fondearon frente a la Isla Sacrificios, Veracruz, amenazando con invadir el territorio mexicano si México no cumplía las condiciones de Deffaudis.
Como el
gobierno de Anastasio Bustamante
se negaba a tratar con Deffaudis mientras hubiera fuerzas navales francesas
frente a Veracruz, el comandante de éstas, almirante Bazoche, declaró
bloqueados todos los puertos del Golfo, incautó a las naves mercantes
mexicanas, comenzando un bloqueo que duraría ocho meses, desde el 16 de abril
de 1838 que se rompieron las relaciones.
Al ver que
México no cedía ante la presión, Francia envió en octubre veinte barcos más
bajo el mando del contraalmirante Charles Baudin y se reunió en Jalapa con el
ministro de relaciones interiores y exteriores de México don Luis G. Cuevas, quien se negó a exceptuar a los
franceses de préstamos forzosos y de ventajas comerciales. Aceptó pagar la
indemnización de seiscientos mil pesos en un plazo de seis meses. Inconforme,
Baudin amenazó con iniciar las hostilidades el 27 de noviembre, lo cual
realizaron 26 navíos con cuatro mil hombres, que atacaron San Juan de Ulúa causando graves
daños y gran numero de muertos.
Retirado
desde su regreso de Estados Unidos, Santa Anna observó los movimientos de la escuadra enemiga y
decide actuar.
Se entrevistó con Rincón y ante la grave situación aceptó el consejo de los oficiales de rendir fortaleza. Los franceses obligaron a Rincón a reducir la guarnición de Veracruz a mil hombres, a recibir a los expedicionarios e indemnizarlos.
El Congreso desautorizó a Rincón y nombró a Santa Anna defensor de Veracruz. Éste llamó a Mariano Arista, quien fue hecho prisionero al ser sorprendidos por los franceses, mientras Santa Anna lográ escapar.
Se entrevistó con Rincón y ante la grave situación aceptó el consejo de los oficiales de rendir fortaleza. Los franceses obligaron a Rincón a reducir la guarnición de Veracruz a mil hombres, a recibir a los expedicionarios e indemnizarlos.
El Congreso desautorizó a Rincón y nombró a Santa Anna defensor de Veracruz. Éste llamó a Mariano Arista, quien fue hecho prisionero al ser sorprendidos por los franceses, mientras Santa Anna lográ escapar.
Las tropas
francesas atacaron varios puntos fuertes y cuando se retiraban, Santa Anna, que había recibido refuerzos, intentó atacar en
muelle al contra-almirante Baudin, las cuales contraatacaron utilizando un
cañón que mató al caballo de Santa Annadestrozándole a éste la pierna izquierda, forzado el
ejército nacional a abandonar Veracruz,
este hecho provocó en la capital descontento, culpándose al presidente
Bustamante
de esos hechos.
La
intervención de Santa Anna en la defensa de Veracruz
le sirvió para recuperar su prestigio, lo que capitalizó muy bien, habiendo
logrado que lo propusieran para ocupar la presidencia
en tanto Bustamante salía a combatir un alzamiento federalista en Tampico.
Como presidente interino, Santa Anna se dio cuenta de que resultaba conveniente llegar a un arreglo con Francia, ya que Baudin había levantado el bloqueo de los puertos controlados por los federalistas.
Por otra parte, el ministro inglés Richard Pakenham intervino con el fin de evitar daños al comercio británico, quien consiguió reunir a los representantes mexicanos con el contraalmirante Baudin.
Como presidente interino, Santa Anna se dio cuenta de que resultaba conveniente llegar a un arreglo con Francia, ya que Baudin había levantado el bloqueo de los puertos controlados por los federalistas.
Por otra parte, el ministro inglés Richard Pakenham intervino con el fin de evitar daños al comercio británico, quien consiguió reunir a los representantes mexicanos con el contraalmirante Baudin.
El 9 de marzo de 1839 se firmó un
tratado de paz, en el cual México se comprometió a pagar las indemnizaciones
exigidas (seiscientos mil pesos en
total), en plazos cómodos y del modo que menos podía perjudicar el
erario nacional.
Francia retiró, a cambio, la flota invasora, desistió de la indemnización a los gastos de guerra y el desconocimiento de las Declaraciones Provisionales de 1827 devolviendo además las naves incautadas.
Francia retiró, a cambio, la flota invasora, desistió de la indemnización a los gastos de guerra y el desconocimiento de las Declaraciones Provisionales de 1827 devolviendo además las naves incautadas.
Esta guerra
no impidió que Francia siguiera ejerciendo gran influencia en el desarrollo
cultural de México.
La Intervención estadounidense
también
conocida como invasión estadounidense y Guerra Estados Unidos-México, fue un
conflicto bélico que enfrentó a México y a los Estados Unidos entre 1846 y
1848. Este conflicto armado se inició por las pretensiones expansionistas de
los Estados Unidos de América, cuyo primer paso fue la creación de la República
de Texas —a la que el gobierno mexicano consideraba un territorio rebelde que
podía reconquistar—, sobre una parte del territorio de Coahuila, Tamaulipas,
Chihuahua y Nuevo México; este hecho, sumado a la demanda de indemnización al
gobierno mexicano por los daños causados en Texas durante la guerra de
independencia de ese antiguo territorio coahuilense y los intereses
estadounidenses en adquirir los territorios de Alta California y Nuevo México
en gran parte por el descubrimiento de grandes yacimientos de oro, provocaron
la invasión al territorio mexicano por parte del ejército estadounidense.
La guerra se
inició cuando el Presidente James Knox Polk quiso preservar el nuevo territorio
adquirido (La República de Texas convertida en el Estado de Texas) enviando al
ejército estadounidense, el cual debía apostarse en la supuesta frontera con
México. El presidente estadounidense dio órdenes a sus tropas de traspasar el
río de las Nueces hasta llegar al río Bravo. Texas, cuando aún era República,
había intentado extender su frontera original (el río Nueces) hasta el río
Bravo (que eran territorios del estado mexicano de Tamaulipas) mediante el
Tratado de Velasco que había firmado el prisionero General Antonio López de
Santa Anna y que no fue reconocido por México.
Al internarse
las tropas estadounidenses en el territorio en disputa entre México y Texas,
fueron atacadas y así dio inicio la guerra. La invasión comenzó en varios
frentes: en el territorio de la Alta California operaba, aún antes de la
declaración de guerra, un grupo de filibusteros estadounidenses y la marina de
Estados Unidos en el Océano Pacífico, una fracción del ejército de los Estados
Unidos se lanzó hacia el territorio de Nuevo México, otra, con refuerzos del
norte avanzó hacia el sur por Tamaulipas y Nuevo León hasta que fue detenida;
posteriormente el contingente más importante y mejor reforzado desembarcó en el
Puerto de Veracruz y avanzó hasta la capital de México.
Los
Territorios de Nuevo México, Alta California, Baja California y los estados de
Coahuila, Veracruz, Puebla y el Estado de México fueron ocupados. A los puertos
marítimos de otros estados se les aplicó un bloqueo naval. El ejército mexicano
estaba al mando del General Antonio López de Santa Anna hasta la ocupación de
la capital de la República. Dando término a las acciones bélicas se firmó el
Tratado de Guadalupe Hidalgo donde México reconoció la independencia de la
República de Texas, fijaba la frontera de ese estado en el río Bravo y cedia
los territorios de la Alta California y Nuevo México a Estados Unidos. Como
compensación, los Estados Unidos pagarían 15 millones de dólares por daños al
territorio mexicano durante la guerra
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